Nadie puede negar que es un color alegre, veraniego y refrescante, pero también un poco arriesgado, ya que no sólo es importante elegir bien el tono para no tener que guiñar el ojo, también hay que tener cuidado con la cantidad de amarillo que ponemos en casa si no queremos que resulte excesivo.
Por eso, aunque me gusta, prefiero siempre las estancias con un toque nada más, algún mueble, algún textil, algún toque de pintura en la pared...
Mi pequeño apartamento madrileño no era muy luminoso pero cuando lo pintamos de un tono amarillo pálido se iluminó de repente, y más aún la cocina, que tenía todos los muebles blancos y le puse una franja amarillo limón parecida a la foto que os muestro, quedó tan alegre que el cambio fue espectacular.
Os dejo ideas y más ideas para que os inspiréis... en amarillo.
Imágenes: 1. Elle Decoration France, 2. Weekday Carnival,
3. Revista Mobly, 4. Family Living, 5. Micasa revista, 6. ¿?,
7. Llooka, 8. Koulunlattianarisee
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