sábado, 26 de junio de 2010

Reflejos de tendencia rococó

Me pareció super interesante el articulo en el Hola sobre decoración rococó... en donde los espejos son los protagonistas.


La firma Lladró presenta una espectacular colección de espejos con decoración barroca.

Cada espejo se compone de un marco de madera lacada sobre el que se asientan los elementos de porcelana de la firma Llad´ro, por supuesto.

La tendencia minimalista en la decoración ha pasado muchos años —es más que probable que demasiados— cómodamente instalada entre nosotros. Todo tenía que ser práctico, sencillo, de líneas rectas y colores neutros. Hemos de reconocer que durante mucho tiempo no hemos metido una sola curva en los salones de nuestras casas—y probablemente lo mismo ha sucedido en nuestros armarios—.

En 2008 la cosa comenzó a cambiar. Quizás la propia crisis haya provocado en cierta medida esa ligera transformación para conseguir algo de alegría en nuestros hogares. El caso es que desde hace un par de años, algunas firmas se atreven —generalmente con bastante éxito— a introducir piezas con líneas barrocas. ¡Menos mal!

A ello también ha contribuido notablemente la tendencia vintage, el gusto por lo antiguo, por recuperar piezas y líneas de esas que parecen pertenecer al pasado. Y es que pocas cosas adornan tanto y con tan buen gusto como el mobiliario clásico, y las piezas de inspiración art decó: sillones de líneas curvas, consolas retro, lámparas que recuerdan a las clásicas de araña; sofás con tapizado capitoné; y, por supuesto, espejos.

Un espejo de buen tamaño con un espectacular marco de madera decorado con filigranas puede levantar la decoración de cualquier salón. O, siendo de menor tamaño, la de la entrada de una casa o de la habitación principal.

Claro, que no es en absoluto necesario que sea de madera. Porque lo que propone Lladró en su más reciente colección denominada Rococó Mirrors es espectacular. Una idea moderna a rabiar en la que se combina la belleza de la porcelana con la tendencia barroca. ¡Todo un acierto!

Cada espejo se compone de un marco de madera lacada sobre el que se asientan los elementos de porcelana —uno de los materiales más nobles y duraderos—, tan propios de esta prestigiosa firma.
La colección se compone de espejos de seis formatos diferentes, cada uno de ellos con seis posibles versiones decorativas distintas. De este modo, se ofrece un total de 36 combinaciones, lo que facilita encontrar una pieza adecuada para cada estancia de la casa.

Se trata de una idea que destaca por la exclusividad, ya que los espejos se elaboran por encargo y en una edición limitada de 300 unidades por cada uno de los modelos. Un lujo que se entiende al saber que desde los primeros esbozos hasta su cocción a altas temperaturas, cada paso ha sido realizado de forma totalmente artesanal en los talleres de la firma en Valencia.

Los responsables de la firma aseguran que “los artistas Lladró toman el Rococó como pretexto para jugar con nuevas formas y volúmenes, aportando una visión personal, un giro actualizado en el que los elementos decorativos asociados a este periodo son reemplazados por motivos vegetales con volúmenes más contundentes, así como la utilización de colores más potentes, combinando acabados brillo y mate, o lustres oro y plata”.

Se consigue así una decoración muy personal, en la que el buen gusto imprime carácter y personalidad a toda la estancia donde se coloque el espejo.



Más información:
www.lladro.com
www.museo.lladro.com

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