Las camas infantiles con dosel evocan a tiempos de antes, pero en la actualidad recobran ese puesto de honor que les corresponde y las vemos en dormitorios de bebés y niños de todos los estilos, tanto en dormitorios modernos, como en aquellos rústicos, clásicos o más románticos.
Y por si fuera poco, los doseles tienen un protagonismo especial en las habitaciones con aires vintage de las que tanto y tanto hablamos… ¿Quién se resiste? A nosotras nos encanta las habitaciones infantiles con doseles… recuerdan a las casas de campo con sus mosquiteros, y nos ayudan a recrear esos mismos ambientes campestres tan bucólicos en las habitaciones de nuestros peques.
Muchas veces los mosquiteros hacen las veces de dosel, perdiendo su función original para convertirse en un elemento integrante de la decoración infantil, que realza y enmarca la cama dándole un toque muy “real” digno de una “niña que con el tiempo será reina de si misma“.
¿cuáles son las claves para conseguir habitaciones infantiles tan armónicas con camas con dosel como las que vemos en estas fotos? Camas de hierro o de madera, que imitan los muebles de antes, mosquiteros o doseles vaporosos con caída desde el techo (pueden estar sujetos en algún accesorio o anudados) y tonos naturales, maderas, pinturas y papeles pintados lisos o con algún suave estampado.
A los niños les encanta construir cabañas, jugar y esconderse en tiendas, dormir en casitas o castillos… En definitiva, tener un espacio propio dónde la imaginación pueda vagar libremente.
Una manera fácil y económica es construir o comprar un dosel. Sí, ¡un dosel! que aísle y proteja, esconda o enseñe, colocado sobre la cama o cuna y que les invite a jugar a ser princesas o caballeros de cuento (¡o lo que sea!).
Sólo hace falta escoger una tela bonita y colgarla de una rama, atarla a una viga o, si eres manitas, construir una estructura de madera. También lo puedes comprar ya hecho. Hay bastante variedad en el mercado y algunos a buen precio. Los doseles no sólo los podemos encontrar en habitaciones de bebés o rústicas, sino que incluso en las más habitaciones infantiles más alegres y modernas puede quedar muy bien. Además no tiene porque ser blanco, hay más opciones, eso sí normalmente de colores suaves.
Es una solución sencilla, que fácilmente transforma una habitación, reversible (cuando te cansas ¡fuera y listo!) y que a ellos les encanta. ¿Te animas a poner un dosel en tu vida? ¿Tienes alguna tela preferida?
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